miércoles, 27 de octubre de 2010

Un nuevo Oriente Medio


Inestabilidad social. Esas son las palabras clave. Un lugar socialmente inestable es un lugar controlable. Lo vemos todos los días, y precisamente por eso (o mejor, desgraciadamente por eso), estamos tan acostumbrados que nos parece normal. Lo curioso es que siempre afecta a las personas y áreas más deprimidas.

En Africa provocamos que unos cuantos países vivan situaciones inaceptables solamente por una razón, sus recursos naturales. Queremos esos recursos gratis (no los queremos baratos, los queremos gratis), y la mejor manera de conseguirlos es desestabilizar la sociedad de la forma más cruel posible. Provocamos guerras. Nací en 1968 y ahora tengo 42 otoños. Desde que tengo uso de razón no he conocido ni un solo día de paz en el Africa Tropical. Sierra Leona, Liberia, Costa de Marfil, Ghana, Togo, Benin, Nigeria, Camerún, República Centroafricana, Gabón, Congo, Angola, Ruanda, Uganda. Deberíamos cambiar los nombres de esos países, deberíamos llamarlos Guerra, Madera, Limpieza étnica, Diamante, Selenio, Machete, Tántalo, AK47, Oro, Guerrilla, Litio, Petroleo, Genocidio, Prueba Médica, Cobalto y Masacre.

Históricamente hemos controlado también a los países de Oriente Medio, y seguimos haciéndolo, aunque un poco menos. Con Arabia Saudí no hay problema, es un país enorme controlado con mano de hierro por una sola familia (el 3% de la población). Es probablemente la dictadura religiosa más brutal del globo, con ejecuciones sumarias, derechos inexistentes para las mujeres y exclavitud. Son unos hijos de puta, pero "son nuestros hijos de puta" y nos llevamos bien con ellos.

Iran fué nuestro amigo en tiempos del Sha de Persia, pero la gente se cansó de un rey impuesto y déspota y al final lo acabaron echando. A nosotros eso no nos gustó, y menos aún que se convirtieran de la noche a la mañana en una república islámica de la mano de un tal Jomeini. Habíamos perdido el control de Irán, había que recuperarlo, y la forma habitual de hacer estas cosas es organizando una guerra. En el país de al lado, Irak, el presidente, Sadam Hussein, es amigo nuestro y gobierna un país laico. Es el candidato perfecto. Lo armamos hasta los dientes y provocamos una pelea. Irán e Irak empiezan un guerra que terminó 8 años después, sin un vencedor claro, miles de muertos y dos países destrozados. Mientras tanto otro país de la zona, Afganistán, también está en guerra, en este caso con la URSS.

Lo que vino después ya lo conocéis, fin de la guerra fría, invasión de Kuwait, 1ª guerra del golfo, sanciones internacionales, 11-S, invasión de Afganistán, armas de destrucción masiva que no aparecen, 2ª guerra del golfo, etc. Por cierto, antes de que empezara todo esto, un país fabricado e incrustado en Palestina a martillazos llamado Israel, decide que toda esa zona es suya y empieza a ocupar territorios. 40 años después siguen a tortazos. Irán, Irak, Palestina, Israel, Gaza, Afganistán, Turquía, Cisjordania, Líbano. Nací en 1968 y ahora tengo 42 otoños. Desde que tengo uso de razón no he conocido ni un solo día de paz en Oriente Medio.

Hay un lugar en el mundo que hemos controlado desde hace muchísimos años. En América del Sur y el Caribe hemos hecho y deshecho a nuestro antojo. Desde la segunda guerra mundial EEUU se encargó de que los gobiernos de esos países le fueran favorables. Por las buenas o por las malas. Casi siempre por las malas. El control se realizó a base de dictaduras militares (Argentina, Chile, Uruguay, República Dominicana, Cuba, Haití o Paraguay), de dictaduras económicas (Brasil, Perú, Costa Rica, Puerto Rico, Ecuador, Venezuela o Panamá), de sangrientas guerras civiles (Honduras, Nicaragua, El Salvador o Guatemala) y controlando el tráfico de drogas (Colombia o Méjico). Se libraron Belice y muchas islas pequeñitas del Caribe, que fueron convenientemente configuradas como paraisos fiscales (Caimán, Barbados, Bahamas, Antillas Holandesas, Antigua y Barbuda, Turks y Caicos, etc.).

De las dictaduras se encargaba un tal Henry Kissinger, que organizaba golpes de estado, operaciones represivas y limpiezas ideológicas con la misma facilidad con la que le daban el Premio Nobel de la Paz y donde después colocaba a dictadores formados en un colegio muy pijo llamado Escuela de las Américas. Para el asunto económico estaba el FMI, que mediante el antiguo arte del soborno, endeudaba a los países hasta el borde de la bancarrota, y así facilitaba que las grandes corporaciones se llevaran lo que quisieran al precio que quisieran, que solía ser muy bajo, cuando era. Del tema de las guerras civiles se encargaba la CIA, armando y rearmando a grupos guerrilleros, paramilitares o a los ejércitos gubernamentales según interesaba. El FBI y la DEA, con la escusa del control del narcotráfico, desviaban cantidades ingentes de millones de dólares que después se usaban para los oscuros propósitos antes mencionados (o son unos putos inútiles, o no encuentro otra forma de explicar que después de 40 años de perseguir el narcotráfico lo único que hayan conseguido estos tipos sea: provocar miles de muertos, que las producciones de cocaína y marihuana se hayan multiplicado por mil, y que los precios de las drogas en la calle hayan caído a mínimos históricos). Nací en 1968 y ahora tengo 42 otoños. Desde que tengo uso de razón no he conocido ni un solo día de paz en América Latina.

Hasta aquí nada nuevo, es un resumen muy general de tres zonas del mundo. De como han llegado hasta aquí y por qué nos interesa que sigan así. Lo malo viene ahora.

Desde hace 20 años parece que América Latina se está calmando. Si no contamos a las FARC (último grupo guerrillero) y los últimos acontecimientos del norte de Méjico, parece que la cosa está bastante tranquila. Todos son gobiernos democráticos, y eso es bueno. ¿O no?. Lo que ha ocurrido, es que poco a poco estos países han reclamado su soberanía e independencia, tanto a nivel político como a nivel económico. El problema es que algunos de ellos se han colocado en el lado equivocado (lo que EEUU entiende por el lado equivocado).

EEUU ha perdido el control de todos los países excepto de Colombia y Méjico (estos eran los malos del narcotráfico, ¿verdad?), y eso no puede ser. Bastante tienen con Cuba, país al que llevan 50 años asfixiando con un bloqueo económico sin conseguir nada, como para permitir que a los gobernantes de otros países les dé por reclamar lo que es suyo, que se nieguen a seguirle el juego al FMI, y lo peor, que desarrollen políticas sociales que la ONU, el Banco Mundial y hasta el propio FMI han reconocido como muy acertadas.

EEUU ha decidido que hay que poner fin a esto, no han pagado nunca por el petróleo venezolano, el gas boliviano o ecuatoriano, o los minerales peruanos o chilenos, y no van a empezar a pagar ahora. La estrategia está clara. Lo primero es demonizar a determinados líderes políticos (Castro, Chaves, Morales, Ortega o Correa), mientras ensalza a otros (uno de ellos estaba el nº 82 en la lista de los narcos más buscados hasta que lo pusieron de presidente). Esta demonización es lógica, lo primero es desprestigiar a tu enemigo, y hacer que la gente asocie su nombre con algo malo. Todo normal mientras no pase de ahí.

El problema viene cuando pasan de ahí. A parte de varios intentos de atentado contra Castro, todos desarticulados, desde el año 2000 están pasando cosas muy raras. En 2002 un intento de golpe de estado fallido contra Chaves en Venezuela. En 2009 un golpe de estado exitoso contra Mel Zelaya en Honduras, que fue sustituido por Micheletti, un tipo mucho más "comprensivo". En 2009 la policía desbarata un intento de atentado contra Evo Morales en Bolivia. En 2010 un golpe de estado fallido contra Rafael Correa en Ecuador.

Paralelamente a esto y durante los últimos años, EEUU ha multiplicado su ejército en los países amigos. En Colombia hay más bases norteamericanas, en Méjico se ha incrementado la presencia de la DEA, y lo más increíble, el acuerdo entre EEUU y Costa Rica (un país sin ejército desde 1949) para que puedan entrar 200 helicópteros y 7.000 soldados norteamericanos. Todo esto con la escusa del narcotráfico, algo que ya han demostrado no saber controlar (o no querer controlar).


¿Estamos en la antesala de un nuevo Oriente Medio Caribeño?

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1 comentario:

Marcos dijo...

Buen analisis Jorge.
En mi opinion, todas estas teorias conspiratorias son increibles, nunca se sabe que verdaderas son, tal vez se quedan cortos y van mas allá, tal vez se pasan y no lo son tanto... el caso es que revisando la historia, estas conspiraciones globales llevan existiendo desde las primeras civilizaciones humanas. El poderoso siempre a pisado al debil, tal imperio a arrasado o exclavizado a tal otro, y asi pasan los otoños y los imperios...pero entre toda la mierda siempre destacan mentes lucidas y avances positivos.

Tambien llevo toda mi vida escuchando la cantinela de Palestina y las bombas judias .... para mi es ya un "zumbido de moscas en mis oidos" como decia Sinué el Egipcio. Me importan un rábano, yo no voy a arreglar alli nada, me pilla muy lejos y me preocupan mas otras cosas. En mi lista de prioridades importantes hay cientos y cientos de cosas que estan primero que ese lejano zumbido.... pero vaya, ahora que lo comentas el canal de Panamá podria ser 'Israel' ocupado por americanos y los de Chiapas los que tiran piedras.... bueno, en realidad tambien me pilla lejos que te cagas y tambien zumban moscas.... vamos a ver si al final no perdemos Perejil y luego las canarias....